Las habitaciones compartidas conforman un espacio diáfano y luminoso que consta de veintiséis amplias camas individuales. No hay literas ni un número excesivo de camas que masifiquen y saturen la experiencia en nuestro alojamiento. Cada cama cuenta con su respectiva taquilla.
Las camas están repartidas en tres espaciosas estancias, dos en el piso superior y una en el inferior.
Seis aseos con su ducha correspondiente darán servicio a los usuarios de las habitaciones compartidas. Además, también tendrán acceso a la cocina de uso común y a otros espacios como la biblioteca, la sala de exposiciones o la cafetería.